Estavamos tu y yo sentados frente al mar
contemplando las olas bailar
al suave compás de la brisa
en esa noche con cielo de plata.
Todo cuanto un enamorado quiere,
sin embargo, yo estava triste.
Sabía que el tiempo no esperaba
y que la amarga despedida azechaba.
PD: No me sent molt inspirat ara :( [Es dijous a s'altre costat promet més :) ]
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Las despedidas siempre son amargas.
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